Al igual que el cambio de bañera por ducha, los platos de ducha de resina se han convertido en toda una tendencia tanto en el sector de la decoración como en la reforma de interiores. Principalmente, este auge se debe a su amplia versatilidad y variedad, lo que permite una mayor personalización para el cliente. Sin embargo, no hay que olvidar la responsabilidad que implica esta ventajosa pieza: unos cuidados de limpieza básicos para mantener un buen acabado y una gran calidad. ¡Sigue leyendo y toma nota para lograr un baño envidiable!
¿Cómo limpiar estos platos para conseguir una mayor durabilidad?
Evita el uso de productos abrasivos. Estamos hablando de un cuidado indispensable a la hora de cambiar tu bañera por una ducha. La forma más sencilla, rápida y recomendable para limpiar los platos adecuadamente es emplear una esponja o trapo humedecido en agua o jabón neutro. Pásalo por la superficie y remueve los restos de partículas que puedan estar adheridas. ¡Evita el uso de cepillos metálicos o con cerdas muy rígidas! De no seguir este consejo, alterarás la capa exterior restándole la belleza que tanto le caracteriza.
Utiliza vinagre blanco y agua. Una alternativa casera para remover la acumulación de suciedad, sobre todo para evitar la incrustación de cal. Utiliza una botella que esté rellena al 50% por cada uno de estos líquidos. La mejor forma de usar esta mezcla es depositándola en la capa superficial del plato de ducha y dejarla actuar durante unos cinco minutos. Después coge una esponja o un trapo limpio y aclara la superficie.
Si has seguido nuestros pasos al pie de la letra y no consigues eliminar las manchas más oscuras, entonces es hora de aplicar una pequeña cantidad de lejía disuelta en agua. De este modo, acabarás con ellas definitivamente.
La importancia de una limpieza periódica
La mejor manera de evitar que tus platos de resina se vean afectados y tengas que recurrir a los consejos comentados anteriormente es mantener una limpieza periódica. No estamos hablando de un mantenimiento diario, por ejemplo, pero sí de una vez por semana. Sobre todo cuando notes que comienza a acumularse mugre o demás partículas. De esta manera, tu plato de ducha estará tan reluciente como el primer día.
Recuerda que, al momento que decides hacer una reforma en tu baño y cambiar tu bañera por una ducha, debes ser muy cuidado con los productos de limpieza. En caso de manchas oscuras, no utilices amoniaco o químicos similares, pues son líquidos muy agresivos que tienden a deteriorar la cada externa de la pieza. ¡Mantiene una buena higiene armándote de los mejores productos!