El dormitorio es una de las estancias más importantes de la casa, eso es innegable. Se trata de un espacio dedicado al confort, la relajación y la intimidad. ¿Esto te suena de algo? Efectivamente, en más de una ocasión hemos resaltado que éstas son también las características fundamentales del baño. Y, ¿qué pasaría si ambas estancias se fusionasen? Pues que estaríamos ante una de las tendencias que poco a poco está sumando adeptos, la integración de baños en el dormitorio. ¡Descubre más a continuación!
¿Por qué apostar por baños integrados en un dormitorio?
Cualquier experto en interiorismo te lo diría sin rodeos, los espacios abiertos están a la orden del día en materia de decoración. De hecho, basta con consultar revistas especializadas en el tema. Desde la consagración del estilo loft hace unas décadas, son muchas las viviendas que cada vez apuestan más por esta propuesta. Si bien es cierto que, en un principio, lo más habitual era encontrar la cocina fusionada con el salón, hoy en día también se suma a la lista la integración de baños en el dormitorio.
Como comprenderás, si este estilo se ha consagrado con el paso de los años, es por ofrecer numerosos motivos para elegirlo. Un ejemplo es contar con un dormitorio pequeño y un baño minúsculo, ganando así metros cuadrados de uso.
Ventajas de los baños integrados
Uno de los motivos por los que los baños integrados en el dormitorio están triunfando se debe a la obviedad de que los tabiques compartimentan el espacio, y lo que ello significa. Cuando los metros cuadrados escasean, merece la pena compartirlos para ampliarlos. Las dimensiones de tu casa serán las mismas, pero el aprovechamiento del espacio cambia totalmente.
Otra ventaja destacable de esta alternativa es la fomentación de la buena circulación de luz natural por el espacio. Eliminando los tabiques y las divisiones siempre ganarás mayor luminosidad interior. Por ello, es una opción ideal si tu dormitorio o baño son oscuros. Eso sí, eso no significa que debas perder completamente la intimidad. Debe haber separaciones mínimas para estructurar el espacio. Por muy fan que seas de los ambientes diáfanos, esto es imprescindible.
Eso sí, no olvides aspectos tan importantes como circular cómodamente por el dormitorio. De nada sirve conectar tu habitación con el baño si después no puedes moverte libremente por ella.
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